Muerte y Renacimiento: la suprema alquimia

Estamos en una época crítica, que exige el despertar individual y colectivo, además del alineamiento con nuestro Verdadero Ser. En este escenario, existen dos grandes experiencias en la vida de todo ser humano: el Nacimiento y la Muerte. Ambos implican los mecanismos de la creación, ambos crean y destruyen, dan y toman la vida.

Vivimos parcialmente, siempre esperando que en un futuro podamos realizar lo que soñamos y deseamos. Bajo la falsa ilusión de eterna continuidad vivimos divididos, incompletos, en actos, relaciones y expresiones inconclusas. Nos aferramos a la creencia errónea de que los que se mueren son los otros (y uno no está incluido, por supuesto).

Muerte y resurrección fue concebida como un proceso grupal, cuyo propósito principal, es invitar a los participantes a una sincera introspección y reevaluación de su personalidad, y de cómo ha vivido su vida hasta ese momento.La experiencia de la muerte es la experiencia más grande de la vida; solamente si se ha vivido plenamente se podrá morir verdaderamente.

La muerte es desnudarse de todo lo que no somos, y el verdadero secreto de la vida es morir antes de morir, sólo para descubrir que en realidad NO HAY MUERTE, y que la identificación con la muerte produce una falsa identidad: el ego, que es un substituto del verdadero Yo arraigado en el Ser. Lo que muere en realidad es el ego y todas sus creencias limitantes, y lo que renace es la Esencia de cada participante, en sintonía consigo mismo y en diferentes niveles vibratorios de expresión.

Desarrollo del programa:

La Alquimia de muerte y renacimiento es realizada de la forma más simple: cada participante puede tomar consciencia de sus principales limitaciones, las que a su vez no le permiten tener una existencia plena, feliz y creativa. Además les permite lograr una conexión más profunda y verdadera con su Ser Interior a través de ejercicios que estimulan la armonización de los vehículos de expresión a nivel físico, energético, emocional y mental.
Se trata de un proceso alquímico que da la oportunidad de que el hombre tome consciencia de su divinidad y poder creador. Esto le permitirá tener una vida más rica y plena, al permitir la integración y expansión de sus conciencias liberándolos de la identificación restrictiva con el ego, causa de todos los sufrimientos y limitaciones.